Aquí está. El mejor juego del año, de PS3, de la generación, DE LA HISTORIA MUNDIAL. Aquí está The Last of Us, la obra magna de Naughty Dog, el súper ventas de PS3, de PS4, de las consolas en las que no ha salido. ¿Que no tienes una PS3 para jugarlo? No eres gamer, chaval. Fuera de aquí, niño pobre. No me obligues a zurrarte. ¡HE DICHO QUE TE LARGUES!
Fuera coñas. Hace tres días me pillé este juego al verlo de oferta. Tras un año de notazas, resacas de dieces, premios y demás excelencias únicamente reservadas a lo mejor de lo mejor, tenía muchas ganas de probarlo y ver si realmente el título de Naughty Dog, estudio que muchos conoceréis por ser el padre de Crash Bandicoot, Jak & Daxter y Uncharted, era tan jodidamente bueno como comentaban. Antes de nada, deciros que sólo voy a hablar del modo historia. No haré mención al DLC ni al modo multijugador, pues no los he probado (tampoco es que tuviera ganas, la verdad). Dicho esto, vamos allá con el análisis.
Fuera coñas. Hace tres días me pillé este juego al verlo de oferta. Tras un año de notazas, resacas de dieces, premios y demás excelencias únicamente reservadas a lo mejor de lo mejor, tenía muchas ganas de probarlo y ver si realmente el título de Naughty Dog, estudio que muchos conoceréis por ser el padre de Crash Bandicoot, Jak & Daxter y Uncharted, era tan jodidamente bueno como comentaban. Antes de nada, deciros que sólo voy a hablar del modo historia. No haré mención al DLC ni al modo multijugador, pues no los he probado (tampoco es que tuviera ganas, la verdad). Dicho esto, vamos allá con el análisis.
The Last of Us es otro de esos títulos postapocalípticos en los que la humanidad se ha ido a la mierda y ha pasado a ser el primer plato de la cadena alimenticia. ¿Los comensales? Exacto... zombis, pero no fruto de un virus creado por una malvada corporación o los oscuros deseos satánicos de un nigromante. Aquí, el origen de estas criaturas se debe a un hongo llamado cordyceps que da lugar a infectados (con varias fases) tipo 28 días después. Suena interesante, pero no dejan de ser zombis y hace tiempo que estoy hasta los cojones de ellos. En una época en la que este género ha pasado de ser un coñazo, a lo más vomitivo que se haya visto jamas, que el supuesto ''GOTY'' de la generación y de la historia sitúe a estos bichos como la causa del fin del mundo demuestra muy poca originalidad. Aunque sinceramente, no me sorprende en nada siendo un juego de Naughty Dog... ¿Qué por qué digo esto? Tranquilos que lo vais a entender en un santiamén.
En esta historia controlamos a Joel, un viejales que vivió el fin del mundo y que ahora, veinte años después del incidente, se ha convertido en un traficante que hace lo que sea por sobrevivir. Un día le presentan a una niña llamada Ellie, que resulta ser la última esperanza de la humanidad, y le dicen que debe escoltarla hasta un sitio para que un grupo terrorista, que intenta poner fin a la pandemia, se encargue de ella. Esto nos suena de algo... ¿No es el argumento de la película Hijos de los hombres?
¡ZAS! En toda la boca |
The Last of Us es una mezcla de varias películas y videojuegos. Tiene la trama de Hijos de los hombres (en líneas generales, no es que esté 100% calcada), el contexto de La carretera y numerosas situaciones de otras películas como 28 días después, su secuela, No es país para viejos, y de videojuegos como Dead Rising 2 y el The Walking Dead de Telltale. Esta falta de originalidad y estos ''plagios'' que los chicos de Naughty Dog llaman homenajes e inspiración son algo que se viene dando en este estudio desde el principio de los tiempos. Sólo hay que echar la vista atrás para darse cuenta de que Jak & Daxter es una mezcla de Súper Mario 64 y GTA, y Uncharted de Tomb Raider y Gears of War. Aun así, The Last of Us al igual que el resto de títulos de Naughty Dog, es un juego con mucho carisma pese a todos sus tópicos y clichés.
A esto ayudan mucho sus personajes, especialmente los protagonistas. Ya están muy vistos, sí, pero todos interpretan su papel a la perfección y desprenden vida. Se sienten reales y permiten que nos identifiquemos con ellos. Joel ha sido testigo de cómo la sociedad se iba al garete, perdió aquello a lo que más quería y ha tenido que cambiar para poder hacer frente al desolado mundo que le rodea. En cuanto a Ellie (qué pedazo de personaje), esta se nos presenta como una adolescente impulsiva, divertida e insegura que desconoce cómo era el mundo antes de que el reino champiñón lo conquistase todo. Aprende y madura durante la trama, revelándose como alguien fuerte y decidida. No obstante, no me ha parecido acertado cómo se ha desarrollado el hecho de que la niña no conociera nada de la sociedad del pasado. Durante la aventura vamos visitando ciudades y pueblos fantasma que aún mantienen el aspecto de antaño. Esto llama la atención de Ellie, quien acaba preguntándole a Joel sobre todo aquello que desconoce: una película de cine, unas recreativas, una universidad, un barco... El problema es que todas esta conversaciones, que duran menos de treinta segundos, se resumen en su totalidad en: ''Oye, Joel, ¿el mundo era así antes?'' A lo que él responde: ''Sí, lo era''. Son diálogos muy chorras, rápidos y vacíos. No les dan su tiempo e importancia, y lo único que consiguen es repetirte la misma historia. Es cierto que las buenas obras postapocalípticas se centran en el presente y en cómo harán frente los personajes al nuevo mundo, pero The Last of Us podría haber ido más allá, haberle dado importancia a estos momentos y haber transmitido un mensaje verdaderamente profundo, especialmente en una obra cuyo tema es el egoísmo fruto de la desesperación y el miedo. Hay ocasiones en las que se vale de ciertos recursos para mostrar cómo se ha visto afectada la condición humana, cómo ha desaparecido la moral y cómo no sobrevive el más fuerte, sino aquel que deja de comportarse como un humano (alguna cinemática, script, detalle del escenario...), pero todos son excesivamente tópicos y, en consecuencia, sosos e indiferentes. No llegan a conectar con el jugador (quizás se salve el final).
A esto ayudan mucho sus personajes, especialmente los protagonistas. Ya están muy vistos, sí, pero todos interpretan su papel a la perfección y desprenden vida. Se sienten reales y permiten que nos identifiquemos con ellos. Joel ha sido testigo de cómo la sociedad se iba al garete, perdió aquello a lo que más quería y ha tenido que cambiar para poder hacer frente al desolado mundo que le rodea. En cuanto a Ellie (qué pedazo de personaje), esta se nos presenta como una adolescente impulsiva, divertida e insegura que desconoce cómo era el mundo antes de que el reino champiñón lo conquistase todo. Aprende y madura durante la trama, revelándose como alguien fuerte y decidida. No obstante, no me ha parecido acertado cómo se ha desarrollado el hecho de que la niña no conociera nada de la sociedad del pasado. Durante la aventura vamos visitando ciudades y pueblos fantasma que aún mantienen el aspecto de antaño. Esto llama la atención de Ellie, quien acaba preguntándole a Joel sobre todo aquello que desconoce: una película de cine, unas recreativas, una universidad, un barco... El problema es que todas esta conversaciones, que duran menos de treinta segundos, se resumen en su totalidad en: ''Oye, Joel, ¿el mundo era así antes?'' A lo que él responde: ''Sí, lo era''. Son diálogos muy chorras, rápidos y vacíos. No les dan su tiempo e importancia, y lo único que consiguen es repetirte la misma historia. Es cierto que las buenas obras postapocalípticas se centran en el presente y en cómo harán frente los personajes al nuevo mundo, pero The Last of Us podría haber ido más allá, haberle dado importancia a estos momentos y haber transmitido un mensaje verdaderamente profundo, especialmente en una obra cuyo tema es el egoísmo fruto de la desesperación y el miedo. Hay ocasiones en las que se vale de ciertos recursos para mostrar cómo se ha visto afectada la condición humana, cómo ha desaparecido la moral y cómo no sobrevive el más fuerte, sino aquel que deja de comportarse como un humano (alguna cinemática, script, detalle del escenario...), pero todos son excesivamente tópicos y, en consecuencia, sosos e indiferentes. No llegan a conectar con el jugador (quizás se salve el final).
En el apartado jugable, The Last of Us sí es esa joya que nos han vendido. Joel no es ningún soldado, ni ningún asalta-tumbas. Es un tío normal y corriente. Esto se aprecia a la hora de mover al personaje y en los tiroteos: manejar a Joel es tosco y pesado, le tiembla el pulso y cuesta apuntar. Los combates son muy brutos y viscerales, notas verdaderamente el peso y la importancia de las armas de fuego. La munición y los recursos escasean, las armas de melee se rompen tras ciertos usos, hay barra de salud (CREÉROSLO), los enemigos intentan rodearte y te acosan sin cesar, hay un infectado que te mata de un golpe... Son detalles que, a diferencia de la trama y de los recursos propios del contexto en el que se desarrolla el juego, sí logran producir desesperación y nerviosismo. Además, la acción no se detiene al abrir el inventario para cambiar de arma o fabricar un objeto, por lo que siempre estás expuesto. La forma de hacer frente a los enemigos varía dependiendo de si son infectados o supervivientes. Los primeros exigen que nos movamos y evitemos arrinconarnos, mientras que los segundos nos obligan a buscar coberturas y a aprovechar más los escenarios, que son relativamente abiertos y nos permiten desarrollar ciertas estrategias. También podemos aproximarnos a ambos de forma sigilosa, aunque hay veces en las que parece que quiere obligarte a pelear, buscando el tiroteo. Esto suele darse en zonas cuya estructura es como un cuello de botella y tienen una única salida.
En cuanto al desarrollo, el juego se divide en estaciones, empezando en verano, que es el capítulo con situaciones más variadas, y terminando en primavera, el capítulo más flojo y cuyo único incentivo es el final. El ritmo de la aventura es un tanto irregular. El capítulo de verano es muy variado, pausado cuando debe y largo. En cambio, el resto de capítulos son cortos y con un esquema muy definido: caminata, tiroteo, caminata, tiroteo. Las situaciones no dejan de ser las mismas y el ritmo cambia bruscamente. Aun así, es un juego absorbente, de hecho, me hice las estaciones de verano, otoño e invierno en un solo día.
The Last of Us es un gran juego que merece ser recordado, pero no es para nada el mejor juego de la historia y, ni de lejos, lo mejor que haya jugado en mi vida. Me cuesta mucho creer que la gente lo tenga en tan alta estima por convicción propia. Este razonamiento viene a raíz de la jugabilidad del título: es pausado, sus combates son lentos y sin ''lluvias'' alocadas de balas y explosiones, los recursos escasean, hay barra de salud y usas botiquines. Todos estos aspectos murieron en la generación pasada y los jugadores de ahora los aborrecen. ¡Joder, The Last of Us es la antítesis de Uncharted! Para mí, que haya tenido tanto éxito se debe a dos cosas: uno, lo ha hecho Naughty Dog; dos, la prensa lo ha vendido como el GOTY de todo y la gente se lo ha creído. Actualmente la gran mayoría de jugadores sólo conocen a Naughty Dog por Uncharted y de sus otras sagas no tienen ni idea. Si os fijáis en la caja del juego y en los anuncios publicitarios que hubo las semanas previas a su lanzamiento, apreciaréis una frase que no deja de repetirse siempre que se habla de The Last of Us: ''De los creadores de Uncharted''. He ahí el porqué del éxito de un juego con mecánicas que el propio mercado asesinó. Si no fuera de Naughty Dog, la cosa sería bien distinta.
Nota: [8'5/10]
Lumin
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